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mujercasada

La nueva de Relaciones Laborales

Bueno, pues el retorno al trabajo no ha sido tan traumático como creía. La verdad es que en estos momentos está todo bastante tranquilo. En Julio pasamos una auditoría de Calidad y otra de Finanzas, así que nos pusimos todas de los nervios y ahora estamos en temporada de bajón. Sin embargo, me he enterado de que la semana pasada, estando yo de vacaciones, una de mis mejores amigas del curro ha pedido el finiquito. La he llamado a casa a ver qué había ocurrido, pero no contesta. Dicen que tuvo una discusión muy fuerte con el propio jefe de personal (un tío que se parece bastante al actor Sazatornil y que tiene la voz como si hubiera bebido cazalla desde el biberón) y que se largó sin dar los quince días siquiera. Para sustituirla, han traído a una monada de criatura: veintitrés añitos, recién diplomada en Relaciones Laborales, ojazos enormes y más pijo imposible.
Reconozco que yo me he vuelto bastante pija en los últimos años: me encantan cosas como ir a un bungalow en lugar de la tienda de campaña de antes y no le digo que no a cenar en un restaurante caro en lugar de irme de bocatas, pero lo suyo es grave de narices. Para empezar, dice "co", "¿sí o no?", "súper", "mega" y "me quedo muerta" cada dos por tres. Lo cierto es que es una chica muy simpática, pues he tenido oportunidad de hablar con ella un rato esta mañana, pero me pone de los nervios con su vocabulario de Gran Hermano. La chica, para más INRI, es un verdadero bombón: bajita, con cara de niña traviesa (incluso algunas pequillas sobre la nariz y encima de los pómulos) y culo redondeado. Los comentarios de los chicos se han oído toda la santa mañana y como la envidia corre como la pólvora, los de las chicas también. Yo me llevo de muerte con los chavales y uno de ellos me ha confesado que alguno ya ha estado tanteando el terreno a ver si tiene novio o no. Lo que yo digo: que los hombres son como críos cuando se ponen. Cuando se lo he contado a JJ, lo primero que me ha dicho es: "¿Y de verdad está tan buena como dicen?". Vamos, como si fuese un videojuego, pero en femenino.
Por cierto: hoy JJ se ha largado de compras él solito, sin que nadie le dijera nada. Está raro, pero raro rarísimo. Si fuese crédula, diría que lo han abducido los extraterrestres. Generalmente, se le tiene que empujar para que vaya a comprarse ropa y más de una vez, cuando me he ido yo, me ha encargado que le compre algo. Este tío le tiene alergia a ir de tiendas. Bueno, pues llega hoy y, después de comer, me dice que se va a comprar un par de camisas y que vendrá luego. Le digo que si le acompaño y me suelta que no, que quiere ir solo.
Vamos, que menos mal que no soy celosa, porque suena a quedada con una amante...
Aunque lo que sospecho es que va a comprarme algún regalo, ya que se acerca nuestro aniversario de empezar a salir. Nos enrollamos por primera vez el 28 de agosto, pero decidimos salir más en serio hacia finales de septiembre, así que para estas fechas, solemos hacernos algún regalo barato (generalmente libros) por aquello de no perder costumbres de cuando novios. El año pasado me trajo una verdadera bazofia cuyo título no pienso decir no vaya a ser que a alguien le dé por leerlo a ver si es tan malo como digo. Creedme, lo es. Este año, espero que acierte.
Por mi parte, le he comprado un ejemplar de bolsillo de "Emilio o de la Educación", de J.J. Rousseau. Le encantan semejantes tochos y se lo leyó durante la carrera, pero no lo tiene. Espero que no me haga leerlo con él...
Ya veremos a ver qué pasa. Por ahora, sedme buenos, ¿eh?

1 comentario

Daniel y Rebecca -

Hola!

Pues entonces coincido con tu marido en lo de ir a comprar ropa. Lo odio!

Por cierto, muy buena costumbre esa de regalarse libros.

Intentaremos ser buenos, juro que lo intentaremos ;)

Rebecca y Daniel