Me llamo Sheila y tengo algunos años menos de 30. Llevo casada el suficiente tiempo como para que mi marido y yo nos conozcamos bien y no lo bastante como para que nos hayamos aburrido el uno del otro. En este diario, pretendo mostrar el lado más humano y sensual de un matrimonio, en contraste a la mala imagen que tienen las mujeres casadas en otros blogs y en los relatos eróticos que se publican en Internet.