Isla de Lesbos
Hay un ingeniero joven en mi trabajo. Su nombre es Carlos, está en el departamento de Calidad y entró a currar hará algo menos de dos años. Desde el principio se le vio cierta predilección por una de mis compañeras, una chica de unos treinta que se llama Malena. A nosotras nos daba bastante pena, porque Malena es lesbiana y sus pretensiones no tenían muy buen futuro. Malena estuvo saliendo con un chico durante seis años y, cuando ya hablaban de boda y todo, lo dejó por una antigua amiga con la que apenas duró tres meses. Desde entonces, solamente sale con otras chicas y ha dejado muy claro que no quiere saber nada de hombres. Carlos se enteró de la condición sexual de Malena cuando llevaba ya casi un año detrás de ella. Y le sentó bastante mal.
El caso es que ayer me mandaron un mensaje diciendo que habían hecho una quedada los del curro para tomar unas copas y me fui, sobre las diez de la noche, a ver qué contaban. Estaban los dos: Malena y Carlos, pero también estaba una despampanante mulata llamada Estrella, que era la actual compañera de Malena. Carlos estaba que trinaba. Estrella es de la República Dominicana y baila salsa como si hubiera nacido en una academia de baile. Además, era muy erótico verlas (y lo dice una a la que las escenas lésbicas la dejan fría, por lo general). Se frotaban la una con la otra, agarradas de la cintura y moviendo las caderas con la pierna de la pareja entre las suyas. En una ocasión, Estrella se puso detrás de Malena y la agarró suavemente de los pechos mientras flexionaban las rodillas contoneándose. No había ningún chico (ni chica) en la sala que no las mirase, con o sin disimulo. Cuando venían a charlar con alguien, lo hacían igualmente agarradas y Malena no paraba de acariciar a Estrella en cuanto tenía ocasión.
El caso es que Carlos se tomó alguna copa de más y empezó a despotricar contra ellas. Se pasó toda la noche diciendo barbaridades y soltando chistes de mal gusto contra las lesbianas y comentando cosas como "a esas dos les hace falta una buena polla para dejarse de chorradas".
Carlos es un tío, por lo general, bastante simpático y nunca ha parecido homófobo, pero ayer se pasó tres pueblos. "Ésas serán muy lesbianas, pero luego bien que se lo montan con una polla de plástico", dijo. Lo decía en voz alta, señalándolas descaradamente con el dedo y, al final, Estrella estuvo a punto de darle de bofetadas. Alguien tuvo la maravillosa idea de llevarse a Carlos a la otra esquina del bar y todo quedó en una mera anécdota desagradable.
Supongo que será una mezcla de celos y orgullo herido, porque no me explico cómo Carlos pudo ponerse así. Malena, por su parte, vino hasta donde estábamos algunas de las compañeras y nos dijo que estaba harta de las insinuaciones del ingeniero en el trabajo y que quería demostrarle, de una vez por todas, que no tiene nada que hacer. Yo le dije que podía haber sido más discreta, que no hacía falta frotarse con Estrella delante de sus morros para eso, pero me contestó que "a grandes males, grandes remedios". Le pregunté si se había sentido acosada en algún momento y reconoció que no, que Carlos siempre había sido muy amable con ella (hasta esa noche), pero que no aguantaba que le tirase los tejos sabiendo su orientación sexual. A mí me parece que el chico no lo hacía con mala intención: creo que está encoñado con ella, nada más.
Estrella y Malena se fueron un buen rato antes de que lo hiciéramos los demás. Carlos llevaba una borrachera de impresión en ese momento y se lo llevó un compañero que vive cerca de su casa. Pasamos el resto de la noche comentando la jugada. Por lo general, los chicos que había se lo tomaban con sorna, diciendo que Carlos era tonto por no darse cuenta antes. Las chicas decíamos que Malena se había pasado un poco con él, aunque todas coincidimos en que había sido un cerdo esa noche. Yo dije que me había parecido una chiquillada tremenda, algo que suele hacerse con diecisiete, pero no con treinta años.
Cuando he llegado a casa eran más de las cuatro. JJ estaba completamente dormido y ni se ha enterado. Es la virtud de este hombre, no duerme, sino que entra en coma. Apenas he dormido, aunque no sé por qué. Me he despertado a las ocho menos cuarto y no ha habido forma de volver a conciliar el sueño. Supongo que esta tarde me voy a echar una siesta que para qué.
Un besito a todos.
El caso es que ayer me mandaron un mensaje diciendo que habían hecho una quedada los del curro para tomar unas copas y me fui, sobre las diez de la noche, a ver qué contaban. Estaban los dos: Malena y Carlos, pero también estaba una despampanante mulata llamada Estrella, que era la actual compañera de Malena. Carlos estaba que trinaba. Estrella es de la República Dominicana y baila salsa como si hubiera nacido en una academia de baile. Además, era muy erótico verlas (y lo dice una a la que las escenas lésbicas la dejan fría, por lo general). Se frotaban la una con la otra, agarradas de la cintura y moviendo las caderas con la pierna de la pareja entre las suyas. En una ocasión, Estrella se puso detrás de Malena y la agarró suavemente de los pechos mientras flexionaban las rodillas contoneándose. No había ningún chico (ni chica) en la sala que no las mirase, con o sin disimulo. Cuando venían a charlar con alguien, lo hacían igualmente agarradas y Malena no paraba de acariciar a Estrella en cuanto tenía ocasión.
El caso es que Carlos se tomó alguna copa de más y empezó a despotricar contra ellas. Se pasó toda la noche diciendo barbaridades y soltando chistes de mal gusto contra las lesbianas y comentando cosas como "a esas dos les hace falta una buena polla para dejarse de chorradas".
Carlos es un tío, por lo general, bastante simpático y nunca ha parecido homófobo, pero ayer se pasó tres pueblos. "Ésas serán muy lesbianas, pero luego bien que se lo montan con una polla de plástico", dijo. Lo decía en voz alta, señalándolas descaradamente con el dedo y, al final, Estrella estuvo a punto de darle de bofetadas. Alguien tuvo la maravillosa idea de llevarse a Carlos a la otra esquina del bar y todo quedó en una mera anécdota desagradable.
Supongo que será una mezcla de celos y orgullo herido, porque no me explico cómo Carlos pudo ponerse así. Malena, por su parte, vino hasta donde estábamos algunas de las compañeras y nos dijo que estaba harta de las insinuaciones del ingeniero en el trabajo y que quería demostrarle, de una vez por todas, que no tiene nada que hacer. Yo le dije que podía haber sido más discreta, que no hacía falta frotarse con Estrella delante de sus morros para eso, pero me contestó que "a grandes males, grandes remedios". Le pregunté si se había sentido acosada en algún momento y reconoció que no, que Carlos siempre había sido muy amable con ella (hasta esa noche), pero que no aguantaba que le tirase los tejos sabiendo su orientación sexual. A mí me parece que el chico no lo hacía con mala intención: creo que está encoñado con ella, nada más.
Estrella y Malena se fueron un buen rato antes de que lo hiciéramos los demás. Carlos llevaba una borrachera de impresión en ese momento y se lo llevó un compañero que vive cerca de su casa. Pasamos el resto de la noche comentando la jugada. Por lo general, los chicos que había se lo tomaban con sorna, diciendo que Carlos era tonto por no darse cuenta antes. Las chicas decíamos que Malena se había pasado un poco con él, aunque todas coincidimos en que había sido un cerdo esa noche. Yo dije que me había parecido una chiquillada tremenda, algo que suele hacerse con diecisiete, pero no con treinta años.
Cuando he llegado a casa eran más de las cuatro. JJ estaba completamente dormido y ni se ha enterado. Es la virtud de este hombre, no duerme, sino que entra en coma. Apenas he dormido, aunque no sé por qué. Me he despertado a las ocho menos cuarto y no ha habido forma de volver a conciliar el sueño. Supongo que esta tarde me voy a echar una siesta que para qué.
Un besito a todos.
6 comentarios
yo soy bea la fea -
y me he comprado de todo así que chicas eh eh
Ser Pïter -
Sheila -
corsaria -
Puede salir mal, y en ese caso los celos son mala cosa y si encima se sintió rechazado más aún.
Malena pecó de poquísimo tacto porque hay formas y formas de decir: chico no me interesas.
Saludos. :)
Sheila -
Rebecca y Daniel -
Hemos encontrado tu blog y nos ha resultado similar al nuestro, o mas bien el nuestro al tuyo :)
Pasate si te apetece y haznos una visita.
Enhorabuena por tu blog!
Rebecca y Daniel!