Vacaciones lesionadas
Como llevo adelantando unos días (es que no he podido reprimirme de la emoción), hoy es el primer día de mis vacaciones. Hasta el lunes 20, no pienso dar un palo al agua en lo que a mi trabajo se refiere. Pero como tengo la suerte por kilolitros, esta noche no he podido dormir bien (demasiado calor, creo) y me he levantado allá a las cuatro de la mañana a echar un trago de agua. Al caminar a oscuras, para no despertar a JJ, me he dado con todo el dedo gordo del pie en la mesilla que tenemos junto a la cama. ¡Dios, qué dolor! Ha sido como si me pegasen con un martillo, poco menos. He dado unos cuantos botes, he ido al cuarto de baño y he visto todo el dedo enrojecido. Se me ha hinchado bastante en unos minutos y, eso sí, JJ sin inmutarse. Creo que podrían bombardear y él seguiría durmiendo.
Tras calmarse mi pie y beberme el vaso de agua, he vuelto a la cama y me he quedado dormida en unos pocos minutos. Menos mal. Hoy por la mañana he estado cojeando todo el rato y aún me duele según cómo apoyo el pie. Espero que se pase pronto, porque al principio estaba asustada pensando en que iba a estar todas las vacaciones escayolada o algo así.
Esta tarde, JJ y yo vamos a alquilarnos una película (aún no sé cuál) y a seleccionar los libros que vamos a llevar a la biblioteca. Tenemos una estantería llena de libros viejos que ya no leemos y los vamos a donar. Hacemos esto cada dos años, más o menos, y recomiendo que lo hagáis vosotros también. ¡No se os ocurra tirar ningún libro a la basura!
Mañana tenemos mesa reservada en un restaurante italiano mogollón de elegante y nos iremos a tomar unas copas por ahí, para celebrar nuestras vacaciones. Hace mucho que no nos dedicamos una noche de marcha a nosotros solos y creo que nos la merecemos. JJ ha estado bromeando con que hace más de dos años que no hacemos el amor en un sitio público y creo que lleva intenciones de proponérmelo mientras estemos de marcha. Cuando éramos novios, lo hicimos en váteres de bar, en parques, en cajeros de banco y en portales. Desde que nos casamos, y tenemos nuestra casa para nosotros solitos, no hemos necesitado recurrir a ello. Para JJ, sin embargo, parece ser motivo de morbo o algo así. La verdad es que a mí me ha entrado un poco más de conocimiento que a él en este tiempo y no me seduce mucho la idea, pero quizá mañana, entrados en materia, mande a hacer puñetas este sentido cívico mío.
De todos modos, no sé si podré escribir en el diario hasta el sábado, pero por si acaso, espero que terminéis la semana laboral muy bien y prometo contaros nuestra noche de cena y borrachera cuando pueda. Hasta la próxima.
Tras calmarse mi pie y beberme el vaso de agua, he vuelto a la cama y me he quedado dormida en unos pocos minutos. Menos mal. Hoy por la mañana he estado cojeando todo el rato y aún me duele según cómo apoyo el pie. Espero que se pase pronto, porque al principio estaba asustada pensando en que iba a estar todas las vacaciones escayolada o algo así.
Esta tarde, JJ y yo vamos a alquilarnos una película (aún no sé cuál) y a seleccionar los libros que vamos a llevar a la biblioteca. Tenemos una estantería llena de libros viejos que ya no leemos y los vamos a donar. Hacemos esto cada dos años, más o menos, y recomiendo que lo hagáis vosotros también. ¡No se os ocurra tirar ningún libro a la basura!
Mañana tenemos mesa reservada en un restaurante italiano mogollón de elegante y nos iremos a tomar unas copas por ahí, para celebrar nuestras vacaciones. Hace mucho que no nos dedicamos una noche de marcha a nosotros solos y creo que nos la merecemos. JJ ha estado bromeando con que hace más de dos años que no hacemos el amor en un sitio público y creo que lleva intenciones de proponérmelo mientras estemos de marcha. Cuando éramos novios, lo hicimos en váteres de bar, en parques, en cajeros de banco y en portales. Desde que nos casamos, y tenemos nuestra casa para nosotros solitos, no hemos necesitado recurrir a ello. Para JJ, sin embargo, parece ser motivo de morbo o algo así. La verdad es que a mí me ha entrado un poco más de conocimiento que a él en este tiempo y no me seduce mucho la idea, pero quizá mañana, entrados en materia, mande a hacer puñetas este sentido cívico mío.
De todos modos, no sé si podré escribir en el diario hasta el sábado, pero por si acaso, espero que terminéis la semana laboral muy bien y prometo contaros nuestra noche de cena y borrachera cuando pueda. Hasta la próxima.
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