El amigo de JJ
Es la una de la madrugada y no puedo dormir, así que he dejado a JJ en la camita, soñando con los angelitos y me he venido a escribir mi último artículo antes de irnos de vacaciones. Os dejé con que JJ se había ido a almorzar con los de su trabajo y que yo tenía unas ganas locas de que volviera para darle una tarde de sexo.
Pues bien, llamó a eso de la una diciendo que si me importaba que invitase a comer a alguno de sus amigos y le dije que vale, aunque con la boquita pequeña. Sus amigos no me caen mal, la verdad, pero hay uno que no para de tirarme los trastos veladamente. Ese precisamente estaba entre los invitados y, aunque durante la comida se comportó, en cuanto terminamos y fui a la cocina a preparar unos cafés, se vino detrás de mí. Dijo que iba a ayudarme, pero estuvo todo el rato diciéndome lo guapa que estaba, la suerte que tenía JJ y lo mal que le iba con su mujer. Me entraron ganas de mandarlo a la mierda, pero no quería armar un escándalo delante de todos. ¡Podía sentir su mirada clavándose en mi culo cuando he ido al salón con el café!
Nos tomamos el café y unas copas y el colega no paró de mirarme como si me devorara con los ojos. Incluso se sentó a mi lado en un momento y me agarró de los hombros diciendo "¡qué mujer más estupenda tienes, JJ!". Me dio un asco que para qué. Es un baboso increíble. Antes de irse, al darme los dos besos de despedida, me ha agarrado de la cintura y me ha apretado hacia su cuerpo, casi como si quisiera frotarse, o algo así. Como los que aprovechan las multitudes para tocarle el culo a las chicas, más o menos.
Cuando se fueron, se me había pasado el buen rollo y estuve toda la tarde un poco en mi mundo, pasando bastante de hablar. JJ me abordó hacia las diez de la noche y me preguntó qué me pasaba, pero le dije que nada. Después de eso, hemos estado un rato preparando los últimos detalles del viaje y nos hemos metido en la cama. JJ se ha dormido hace como una hora y yo no paraba de darle vueltas al asunto. Sé que si se lo cuento, JJ dirá que soy una exagerada y que el chico no tiene malas intenciones, pero yo estoy segura de que sí.
De todos modos, no pienso arriesgar mis vacaciones por culpa de un salido baboso.
Pues bien, llamó a eso de la una diciendo que si me importaba que invitase a comer a alguno de sus amigos y le dije que vale, aunque con la boquita pequeña. Sus amigos no me caen mal, la verdad, pero hay uno que no para de tirarme los trastos veladamente. Ese precisamente estaba entre los invitados y, aunque durante la comida se comportó, en cuanto terminamos y fui a la cocina a preparar unos cafés, se vino detrás de mí. Dijo que iba a ayudarme, pero estuvo todo el rato diciéndome lo guapa que estaba, la suerte que tenía JJ y lo mal que le iba con su mujer. Me entraron ganas de mandarlo a la mierda, pero no quería armar un escándalo delante de todos. ¡Podía sentir su mirada clavándose en mi culo cuando he ido al salón con el café!
Nos tomamos el café y unas copas y el colega no paró de mirarme como si me devorara con los ojos. Incluso se sentó a mi lado en un momento y me agarró de los hombros diciendo "¡qué mujer más estupenda tienes, JJ!". Me dio un asco que para qué. Es un baboso increíble. Antes de irse, al darme los dos besos de despedida, me ha agarrado de la cintura y me ha apretado hacia su cuerpo, casi como si quisiera frotarse, o algo así. Como los que aprovechan las multitudes para tocarle el culo a las chicas, más o menos.
Cuando se fueron, se me había pasado el buen rollo y estuve toda la tarde un poco en mi mundo, pasando bastante de hablar. JJ me abordó hacia las diez de la noche y me preguntó qué me pasaba, pero le dije que nada. Después de eso, hemos estado un rato preparando los últimos detalles del viaje y nos hemos metido en la cama. JJ se ha dormido hace como una hora y yo no paraba de darle vueltas al asunto. Sé que si se lo cuento, JJ dirá que soy una exagerada y que el chico no tiene malas intenciones, pero yo estoy segura de que sí.
De todos modos, no pienso arriesgar mis vacaciones por culpa de un salido baboso.
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